Peter
Sloterdijk, Ira y tiempo. Ensayo
psicopolítico, traducción del alemán de Miguel Ángel Vega Cernuda y Elena
Serrano Bertos, Siruela, Madrid, 2010, 288 páginas
Cada
ensayo que lanza al mercado Peter
Sloterdijk supone un auténtico acontecimiento. En primer lugar, de orden
filosófico e intelectual, como corresponde a su condición profesional y a la
temática abordada habitualmente en sus libros. Pero, en segundo lugar, es tal
el impacto (ojo, no decimos «provocación») y la receptividad que tienen sus reflexiones
e intervenciones públicas sobre la conciencia social y la opinión pública que
pocas de ellas pasan desapercibidas.
De
lo dicho arriba no hay nada que corregir a la hora de comentar el ensayo Ira y tiempo. Editado en Alemania en
2006 (año 2010, en España), todavía colea en variados ambientes de opinión
europeos la controversia política y
filosófica generada a raíz de la publicación del libro. Tanto es así que
algunas de las ideas esbozadas en Ira y
tiempo han tenido continuación en debates públicos de la prensa alemana, y
también europea, y en polémicas particulares con otros autores, por ejemplo, Axel Honneth. Hablamos, en
consecuencia, de un texto que se
mantiene en plena actualidad.
Resulta
que los temas más actuales no son, después de todo, sino que los más clásicos.
Aquellos que conservan el interés y la atención de manera indefinida. El punto
de partida y el núcleo del asunto abordados en Ira y tiempo remiten nada menos que a Homero, es decir, al origen
de la literatura. Y es que no debe confundir al lector que el título Ira y tiempo evoque inequívocamente el Ser
y tiempo de Martin Heidegger, libro y filósofo habitualmente presentes
en la obra de Sloterdijk (justamente, uno de los últimos trabajos de éste lleva
por título Sin salvación. Tras los pasos
de Heidegger). De hecho, la huella, entre otros, de Friedrich Nietzsche resulta mucho más reconocible en el volumen que
la del rector de Friburgo.
Charles Antoine Coypel (1694-1752), La Furia de Aquiles, Museo del Ermitage
«En
el principio fue la palabra “ira”» (pág. 12). Con esta rotunda sentencia da sus
primeros pasos el ensayo de Sloterdijk. Homero
pide a la diosa que cante la cólera de Aquiles
en la Ilíada y, a continuación,
ensalza la astucia de Ulises en la Odisea, donde narra las hazañas (y
los sufrimientos) del héroe griego en busca de la integridad del hogar amenazada
en su regreso a Ítaca. He aquí la base de nuestra historia occidental. Para
bien y para mal. Porque, según Sloterdijk, nos guste o no, la política es el arte de la administración de la cólera en la historia.
Es más, la historia avanza primordialmente a partir de las fuerzas y energías thimóticas de los hombres. El thymós
es el valor, el orgullo, el ánimo varonil y el arrojo, la voluntad de poder:
«Al funcionamiento de sistemas moralmente exigentes, alias culturas, pertenece
la autoestimulación de los actores a través de la elevación de recursos
thimóticos tales como el orgullo, la ambición, la voluntad de supremacía, la
irascibilidad y el sentido del derecho.» (pág. 32 y 33).
Con
el paso del tiempo, con el transcurrir de la historia, la cólera y la ira, en
el sentido heroico, vital y afirmador de estos términos, han sido sustituidas
por el espíritu de venganza y el resentimiento. La «doctrina católica de la ira de Dios y la organización comunista
de masas movidas por la ira antiburguesa y anticapitalista» se han erigido en
«los dos órganos más poderosos de recolección, metafísica y política, de la ira
en la civilización occidental» (pág. 256). El catolicismo, a partir de la
segunda mitad del siglo XX corrigió en gran medida dicha tendencia, ajustándose
debidamente al marco material y espiritual de las democracias liberales
vigentes en el Occidente moderno. El comunismo, por su parte, fue anulado por
la rebelión de la sociedad civil de los países sometidos por el
marxismo-leninismo a finales del siglo XX.
En los tiempos presentes, el «banco mundial de la ira», según expresión del autor, sigue invirtiendo activamente en el tiempo del poscomunismo, camuflado por lo común en los movimientos antisistema y en agrupaciones de izquierda política no dispuestos a claudicar. Asimismo se hace patente en las oleadas de terrorismo que sacuden a las sociedades con calculada regularidad, un terrorismo inspirado en gran parte por el islamismo fundamentalista. Pues bien, no es en esta segunda amenaza ―la islamista― donde aprecia Sloterdijk los mayores peligros presentes. Esta es la razón por la que dedica mucho más espacio en el ensayo a describir la naturaleza del odio de clase y del resentimiento moral en la teoría y la práctica comunistas que a los delirios de la yihad.
Ensayo enérgico y
riguroso, preciso y razonado, nada complaciente con el optimismo escapista ni la hipócrita
indignación, tampoco acomodado en modelos de pensamiento débil o fácil, Sloterdijk ha escrito un libro sólido y
valiente. Un ensayo que ha dado que hablar, y seguirá haciéndolo, como es
de esperar en todo estudio filosófico que busque más el amor a la verdad que el gusto por
agradar al gran público y a la intelectualidad dominante.
Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947)
es rector de la
Escuela Superior de Información y Creación de Karlsruhe y
catedrático de Filosofía de la Cultura y Teoría de Medios de Comunicación en la Academia Vienesa
de Artes Pláticas. Autor de una profusa producción ensayística, buena parte de
la misma ha conocido versión española. Entre los títulos más célebres podemos
citar los siguientes: El Desprecio de
las Masas. Ensayo sobre las Luchas Culturales de la Sociedad Moderna
(2002), Crítica
de la Razón Cínica
(2003), Normas para el Parque Humano.
Una Respuesta a la 'Carta
sobre el Humanismo' de Heidegger
(2003), Sobre la Mejora de la Buena Nueva. El
«Quinto Evangelio» según Nietzsche. Discurso pronunciado el 25 de agosto de
2000 en Weimar en conmemoración del centenario de la muerte de Friedrich
Nietzsche (2005), así como su
trabajo más ambicioso: Esferas,
serie editada en tres volúmenes (Burbujas,
Globos y Espumas,
2003, 2004 y 2006), Temperamentos
filosóficos (2010), Sin
salvación. Tras las huellas de Heidegger (2011).
Gracias por la referencia, me ha interesado mucho no sólo por el ensayo del tratamiento de esta manifestación colérica o del pecado capital, sino además porque no he leído nada sobre el autor, y ha llamado poderosamente mi atención.
ResponderEliminarGracias, Sergio, por el comentario. Por medio del buscador del blog puede encontrarse más referencias a la obra de Sloterdijk, uno de los filósofos e intelectuales más interesantes del momento actual.
ResponderEliminarSaludos