martes, 12 de febrero de 2013

¿ES ESPAÑA UN PAÍS CON PORVENIR?



Releo un libro verdaderamente asombroso. Felizmente sorprendente. El trabajo del sociólogo español Víctor Pérez-Díaz, Una interpretación liberal del futuro de España. En rigor, más que un ensayo, lo que se nos ofrece es nada menos que un manifiesto liberal contemporáneo español.
Los asuntos allí tratados se concentran en los terrenos económico, social, educativo y político, y manteniéndose a distancia de planteamientos de crepúsculo noventayochista y de aurora postsesentayochista, circulan por la senda del liberalismo, desdichadamente menospreciada dentro de nuestras fronteras, aunque definitivamente revelada como la más factible en el mundo que viene, globalizado y sin fronteras. Precisamente en este prejuicio pasado y en la rutina presente residen dos perceptibles causas del déficit de crecimiento y desarrollo en España. A ellas se suman otras:
     los obstáculos interpuestos a la plena liberalización de la economía
     las severas resistencias a los programas de reformas y modernización (hasta «sus últimas consecuencias» y en los más variados frentes)
     las deficiencias del modelo educativo español (rígido, pacato, corporativista, ideologizado)
     la vigencia del modelo de sociedad clasista y clientelar (que privilegia el modelo estatalista e inmovilista del denominado «Estado de bienestar» a costa del desarrollo de la sociedad civil y abierta)
     y, en fin, las políticas públicas reincidentes, partidistas y autonómicas, poco proclives a primar la estabilidad, el funcionamiento del Estado y del sistema democrático, así como la lealtad institucional y constitucional, sobre el devenir de las contiendas electorales y la alternancia del poder.
Por todo ello no es posible evitar la sospecha de que el futuro de España (país lento y lastrado) dependa más de factores externos que internos. La conclusión, empero, no es pesimista.
Aunque (o precisamente porque) afrontamos un mundo globalizado que aumenta en complejidad, nuestro futuro, afirma Pérez Díaz, pasa por simplificar las cosas y aportar la vía de la resolución de conflictos a través de la elección racional que garantiza la estrategia liberal, a saber, España en Europa (entendida como orden en libertad y «superpotencia civil») y fortalecida por alianzas internacionales (en especial, el Reino Unido y Estados Unidos).

Cuando hace más de cincuenta años, un gran liberal español, José Ortega y Gasset, hacía balance de su ensayo España invertebrada (1921) y del diagnóstico que en él hacía sobre la perspectiva del país, llegó al siguiente resumen que muy bien podría aplicarse al sentido y alcance último del trabajo de Pérez-Díaz:
«Vistas las cosas así, los jóvenes españoles pudieron aprender en mi libro algo nuevo y alentador: que la “España mejor” no está, acaso, en el pasado, sino en el porvenir. Mi pequeño libro no era sino un impetuoso intento para abrir una brecha en el horizonte cerrado que la historia presentaba a mi país.» (Anejo a La rebelión de las masas).

Ofrezco aquí una versión levemente corregida y reducida de la reseña del libro de Víctor Pérez-Díaz, Una interpretación liberal del futuro de España, Taurus, Madrid, 2002, que publiqué, con el título «Un país con porvenir», en el suplemento cultural ABC Cultural, Madrid, nº 548, 27 de julio de 2002, p. 18.




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