miércoles, 16 de noviembre de 2011

ESPAÑA, UNA NACIÓN ARRUINADA CON ACERAS RELUCIENTES





En mi calle ya se han ha perdido las elecciones, antes de llegar a la fecha del 20-N.

A pocos días de las elecciones generales, la estela del rayo del Plan E, que no cesa ni dimite, ha fulminado la calle en donde resido, donde procuro vivir, donde intento trabajar. Mientras los políticos discuten si España necesita más austeridad o más gasto público, mi calle está patas arriba, las aceras revolucionadas, el asfalto apuñalado, la atmósfera trastornada, las zanjas abiertas, las farolas fuera de sitio. El polvo y el ruido, el despilfarro y los escombros, que invaden la calle parecen simbolizar la amarga circunstancia de España. El plan de «reurbanización» aquí conjurado ha sido concebido y ordenado, no por una institución política gobernada por el Partido Socialista, sino por el Partido Popular. ¿Y, entonces, todo esto para qué? ¡Qué poca urbanidad! ¡Qué desconsuelo!

No sé qué partido político ganará las elecciones. Pero, lo seguro es que muchos meses después del 20-N, mi calle, en la que procuro sobrevivir a la crisis, no será mi calle. El paso está obstaculizado, no hay libre acceso ni libre circulación, el presupuesto de medio millón de euros que cuesta esta broma pesada habrá que pagarlo con más deuda pública, más impuestos y más tasas. Aquí, a la vista está, han ganado las aceras rebeldes y los bordes, las zanjas indignadas y los bordillos, el gasto innecesario y la piqueta, el ruido y el cascote, el derribo y la ruina. Miro por la ventana y me parece ver el presente y el destino de España.

Crisis, ¿qué crisis? ¿Salida de la crisis? Pero, ¿dónde está la salida? Mi calle, que nunca ha sido mía sino del Gobierno de turno, es un cul de sac. ¿Igual que España?

Si España no es Grecia, entonces ¿qué es España? Muy simple: una nación arruinada con aceras relucientes.


5 comentarios:

  1. Mejor símil no has podido hacer, Fernando. El país va como tu calle y las obras que vamos sufriendo otros muchos ciudadanos. En Galicia gobierna el PP y para el sr. Feijóo todo va sobre ruedas, pero la realidad es eso, que no vive el día a día de los gallegos: la cesta de la compra, el paro galopante, en las competencias propias de la comunidad autónoma (léase servicios sociales, p. ej., sanidad, etc.). El 20 N quien se apodere de Moncloa, porque yo lo llamo apoderarse a estas alturas, por las pretensiones de unos y otros, va a tener una buena patata caliente que digerir y a ver qué deberes le pone la emperatriz alemana, dª Ángela Merkel. Así que las grandes potencias europeas, como decía el chiste, Grecia, Portugal y España, a la que se ha unido Italia, la llevamos clara. Veo el rescate económico más cerca que nunca, por mucho que lo niegue Bruselas. Saludos.

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  2. No me diga que todavía en su calle estan con el Plan Ñ.
    Por mi barrio ya acabaron hace meses.
    Las obras y el dinero. Sino, no se entiende que todavía estén colocadas las famosas vallas publicitarias, que a veces, valían mas que la obra presupuestada.

    Por cierto tengo algo para usted. Pase por el blog de Mallorca cuando pueda.

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  3. Esto, Paco, en verdad, es de locos. Porque no tenemos edad para ello, pero aquí lo sensato sería emigrar. Aunque, no creas, igual recibes dentro de poco un mensaje mío en el que te digo: "¡Vente a Alemania, Paco!

    Un saludo

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  4. Amigo Lorenzo, esto no sé si es el Plan E, el Ñ, el Z, el Plan Quinquenal, o el cuento de nunca acabar. Pero, desde luego, no podía venir en mejor momento. Y yo que me decía: ¡por lo menos, de las obras públicas nos hemos librado!

    Ya me visitado su blog mallorquín. Gracias.

    Un saludo

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  5. Pues te tomo la palabra, Fernando. Eso de que no tengamos edad, no lo creo. ¿No te consideras joven aún?. La juventud la lleva uno dentro, aunque por ahí vaya a veces la procesión también. Esa juventud interna es la que nos hace tirar para adelante. Cuento con esa llamada tuya. Y diría más, aún: el último que se marche que apague la luz porque esto no lo arregla ni los ratones coloraos, como dicen mis amigos los andaluces, que muy buenos los he dejado por esas tierras. Estaré pendiente de ese aviso. Saludos. (Y de la amenaza de Iberdrola, ni te cuento).

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