Tribute of Light , 2011 © Matthew Pillsbury
2001, UNA TRAGEDIA EN MANHATTAN
2001. Una mañana clara de final de verano,
el cielo de Nueva York quedó seccionado
por unos aceros flamígeros,
unas espadas de fuego que decapitaron
las cumbres de cristal, dejando la borrasca
en el asfalto y en el alma.
Tras el tajo criminal,
una nube de polvo y ceniza
dejó oscurecida la línea del horizonte,
huérfana la línea del cielo, envolviéndola
hasta casi borrarla del paisaje.
Cuando se disipó la niebla, un nimbo infinito
seguía coronando la ciudad
víctima de la fechoría.
La ciudad, herida, continuaba viva,
pero el mundo había cambiado la faz
y probablemente su destino.
Había entrado en un tiempo de vesania.
Dies irae, dies ille...
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