Antes, las chicas de la Cruz Roja mandaban, al menos, una vez al año en España. En el Día de la Banderita, se convertían en las reinas de la ciudad, solicitando amablemente al viandante un donativo, por poco que fuera, para una buena causa.
Ahora, quienes mandan en España son las chicas de la tarjeta roja, porque eso de la cruz y la banderita lo consideran pasado de moda, además de franquista. Mandan tanto que han llegado incluso al Gobierno. Y no para gobernar, sino para mandar fuera del campo a todo aquel que no juega en su equipo ni el partido que a ellas les gusta. En tal caso, le sacan al sospechoso la tarjeta roja y lo envían al banquillo, que es como han dejado al Banco de España, para que allí le pongan no una banderita, sino una banderilla.
Ayer, las chicas de la bandera roja promovían la lucha de clases. Hoy, las chicas de la tarjeta roja promueven la lucha contra el macho, porque es muy malo. Muy feministas y progresistas, incitan a la rebelión dentro de las familias, siembran la cizaña y la discordia entre los «conyugues», entre maridos y mujeres, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos.
Desde que han llegado al poder, han aumentado los casos de violencia doméstica, sin contar los abortos. ¡Qué más da! Ellas están en otra guerra. Las chicas de la tarjeta roja luchan contra la «violencia de género» y contra la «violencia machista».
TARJETA ROJA.
ResponderEliminarO sea, ¿que también a mí se me expulsa del campo? ¿Por maltratador o por malo? ¿Volvemos acaso a los tiempos de la represión de las libertades y a tener que dejar el país por pensar de modo distinto al patrón impuesto por el Régimen dominante?
ResponderEliminarPor no tener ni idea de lo que significa el mensaje.
ResponderEliminarAh,vale, Amparo. Ahora lo pillo. No te había reconocido. ¡Buen sentido del humor!
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